El principal signo de una “mamá beige” es su predilección por las cosas en tonos exclusivamente apagados.
Los hijos de estos padres, vestidos con ropa beige, juegan con juguetes beige mientras están sentados en una habitación infantil beige.
Además del beige, entre estas mujeres (y a veces entre sus maridos) son populares los tonos marrón, caqui, rosa polvoriento, lavanda, blanco y crema.
¿Por qué es la elección de las madres beige para decorar habitaciones, ropa, juguetes y otras cosas? En su opinión, los colores tenues y la estética minimalista ayudan a crear un ambiente tranquilo y acogedor para los niños.
Impulsadas por este objetivo, las madres beige se esfuerzan por eliminar el ruido visual y crear un ambiente armonioso y estructurado para sus hijos.
¿Cuál es la desventaja de este enfoque? Quienes critican la maternidad beige dicen que los niños rodeados de objetos monocromáticos pueden crecer tristes y sin alegría, ya que los colores vivos son necesarios para el desarrollo de los bebés y su bienestar emocional.
La psicóloga de diseño ambiental Sally Augustine se hace eco de estas preocupaciones y dice que las paletas apagadas no satisfacen las necesidades de desarrollo de los niños de colores brillantes y estimulantes.
También hay una opinión contraria: la psicóloga Robrerta Michnik Golinkoff está convencida de que el amor por el beige no perjudica en modo alguno a los niños.
Anteriormente enumeramos 3 errores que los niños no perdonan a sus padres.