Cuando los padres explican a sus hijos qué es bueno y qué es malo, esto no es una crítica.
Sin embargo, no todos los padres saben que las críticas pueden ser útiles, ya que favorecerán el desarrollo de los niños y les ayudarán a conseguir sus objetivos.
Pero el niño debe comprender que lo critican, pero no dejar de amarlo: los expertos le dijeron cómo lograrlo.
Cuando no hay otra manera de transmitirle al niño que el resultado podría ser mejor.
Es importante que al final el niño piense si puede hacerlo mejor y qué se necesita para ello.
Es necesario orientar los intereses del niño en la dirección correcta.
En primer lugar, generalmente es inútil influir de esta manera en los niños menores de 3 años. Rechazan las críticas y se ofenden.
En segundo lugar, los niños menores de 5 años deben señalar con delicadeza los errores. Si un niño está dibujando, se puede decir que se olvidó de dibujar la cola o los bigotes de un gato o un perro, luego agregar un plato de comida, etc. El resultado será un dibujo completo.
En tercer lugar, a un niño de 6 años ya se le puede decir que puede lograr resultados más significativos. Lo principal es agregar algo como: "Pruébalo y todo saldrá bien".
En cuarto lugar, los estudiantes pueden tener suficientes críticas en la escuela, por lo que deben partir de sus habilidades e intereses.
Antes de criticar, los padres deben comprender cuál es el problema y cómo solucionarlo.
Con los adolescentes hay que tener mucho cuidado, ya que cualquier crítica puede percibirse como un reproche.
Anteriormente te contamos cómo hacer que tu hogar sea seguro para tu hijo .