La mala escritura puede deberse a varios motivos, entre ellos la posición incorrecta de las manos y el cuerpo, la postura torcida, la colocación inadecuada del cuaderno sobre el escritorio, la calidad del lápiz (bolígrafo), etc.
Además, la escritura se ve afectada (por supuesto, negativamente) por la falta de motivación y la percepción espacial informe.
Entre toda esta diversidad, me gustaría destacar la motricidad fina imperfecta y los músculos débiles de las manos.
Por lo tanto, en lugar de sacar interminablemente palos y ganchos en cuadernos, intente utilizar diversos ejercicios y actividades destinados a desarrollar la motricidad fina y fortalecer los músculos.
Dichas actividades incluyen modelar, dibujar, cortar, ensartar cuentas y otras actividades que requieren trabajar con objetos pequeños.
También es útil utilizar simuladores especiales para dedos y manos, que ayudan a fortalecer los músculos y mejorar la coordinación de los movimientos.
Una buena escritura también requiere el desarrollo de habilidades motoras gruesas, que promueven la posición adecuada del cuerpo al escribir y una buena postura.
Por último, pasa tiempo jugando con una pelota: fortalece tus muñecas y desarrolla la conciencia espacial, lo cual también es importante para desarrollar una hermosa escritura.
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