No es la situación más hermosa cuando una persona se enfrenta al engaño. Esto es desagradable en cualquier nivel de relación, especialmente cuando los niños comienzan a engañar a sus padres.
Pero hay un punto importante que puede resolver la situación.
Los expertos recordaron a los padres a qué prestar atención primero.
Un niño puede tener sus propios secretos o incluso un secreto. En este caso, no distorsiona la realidad, sino que sólo oculta lo que, en su opinión, otros no deberían saber. Los padres deben respetar esta parte de la vida.
Pero cuando se trata de “desinformación”, debemos buscar las razones. Un niño puede comenzar a hacer trampa por sentimiento de miedo, actitud irrespetuosa por parte de los mayores, educación estricta, malas calificaciones, etc.
En primer lugar, debe recordar predicar con el ejemplo. Cuando los propios padres a menudo hacen lo mismo, no cumplen sus promesas, etc., el niño pronto comenzará a copiar su comportamiento.
En segundo lugar, la excesiva severidad de padres y madres puede inspirar a los niños la idea de que si embellecen un poco la realidad, es decir, dicen una mentira, la vida puede ser más cómoda y segura. Esto puede suceder cuando nadie tiene en cuenta los intereses del niño.
En tercer lugar, los padres pueden establecer reglas estrictas de comportamiento en la familia, pero no las siguen ellos mismos ni las siguen según su estado de ánimo. En este caso, vuelven a ser importantes el ejemplo personal y una evaluación adecuada de la situación.
Para que la relación con sus hijos vuelva a encarrilarse, no debe sermonear durante mucho tiempo, contar parábolas e historias de la vida. Sería mejor explicar qué se puede hacer y qué no.
Pero un punto aún más importante es dejar de engañarse a uno mismo.
Anteriormente hablamos de cómo entender que un niño está sufriendo acoso escolar.