Si tu hijo se queja de cansancio eterno, debes estar preparado para posibles consecuencias negativas en forma de disminución del rendimiento, falta de atención, bromas en clase, etc.
Hay muchas razones por las que el desempeño de un estudiante puede disminuir.
Las principales incluyen, por supuesto, diversos tipos de enfermedades, así como problemas emocionales, falta de motivación para estudiar, sobrecarga, alteración de la rutina diaria, etc.
Primero, comuníquese con un pediatra y un psicólogo que lo ayudarán a elegir al especialista adecuado y le prescribirán los exámenes necesarios.
En segundo lugar, trate de reducir el estrés; como mínimo, minimice las disputas que surgen en casa.
En tercer lugar, ocúpese de cultivar las cualidades de voluntad fuerte del niño.
En cuarto lugar, elija junto con su hijo o hija un método de relajación adecuado. Pero es mejor posponer las actividades extracurriculares: dejar solo aquellas actividades que sean interesantes para su hijo y rechazar los clubes que causen gran entusiasmo.
En quinto lugar, intente distraer a su hijo de los dispositivos y al menos reprogramar su uso durante el día, a más tardar 2 horas antes de acostarse.
Anteriormente escribimos sobre cómo lograr que su hijo estudie .