Si antes había poca información disponible sobre cuestiones de paternidad, ahora hay más que suficiente.
Sin embargo, precisamente por eso pueden surgir problemas.
Las personas pueden creer en información poco confiable, considerándola confiable y fuera de toda duda.
Este es un enfoque muy improductivo porque el niño no tiene conocimiento sobre el mundo que lo rodea. Algunas acciones pueden ser francamente peligrosas.
También vale la pena vigilar cómo se comportan los niños en la sociedad y no ignorar la histeria, el ruido y los gritos. En este caso, los niños no entenderán cómo deben comportarse en sociedad.
Por un lado, esta postura es correcta: los niños podrán encontrar algo en lo que realmente quieran desarrollarse. Sin embargo, puede ocurrir algo más: el niño se sobrecargará física e intelectualmente, lo que le provocará fatiga.
Por ello, en el marco de este punto, los expertos aconsejan mantener un equilibrio.
Idealmente, este punto también parece correcto, ya que el concepto de castigo trae a muchas personas asociaciones con los gritos de padres nerviosos y la fuerza física.
Sin embargo, los castigos pueden ser diferentes. Por ejemplo, se priva a los niños de ciertos privilegios por un tiempo o se hacen ajustes en las rutinas establecidas.
Es imposible abandonar por completo el castigo: en este caso, se puede olvidar la disciplina.
Anteriormente hablamos de qué secretos puedes utilizar para enseñar a un niño a pensar de forma independiente .