Los niños no siempre pueden o no quieren hablar de sus experiencias.
Pero es importante que los padres comprendan el estado emocional del niño.
¿Cómo aprender a leer las señales corporales y reconocer el estado de ánimo de tu bebé?
Las pupilas están dilatadas: el niño está excitado. Casado: aburrido o triste. La mirada se escapa, significa que hay ansiedad.
La respiración superficial y rápida revela ansiedad. Suave, profundo, tranquilo.
La espalda encorvada y los hombros caídos son signos de depresión. Una postura relajada es un estado cómodo.
Frotarse las manos: nerviosismo. Brazos cruzados sobre el pecho: cerrazón. Balanceo: reducción del estrés.
Una voz tranquila puede significar tristeza. Un tono elevado indica irritación.
Al abrazarlo, puedes comprender cuán relajado está el bebé y cuán confiado está en ti.
Una sonrisa, labios fruncidos, cejas fruncidas: las expresiones faciales no engañarán.
Habla monótona: apatía y aburrimiento. Entonación vivaz: buen humor.
La falta de apetito puede indicar problemas.
En el juego, el niño revela sus sentimientos. El juego agresivo es motivo para tener cuidado.
Adéntrate en el mundo emocional de un niño y aprenderás a comprenderlo sin palabras.
Anteriormente escribimos sobre cómo influir en los niños mimados .