Todos los padres quieren que sus hijos sean felices y estén satisfechos con la vida.
Pero a veces, en un intento de hacer todo por sus hijos, cruzan la línea y empiezan a malcriarlos.
Los niños mimados son aquellos que no saben valorar lo que tienen, no respetan a las demás personas, no obedecen a sus padres y exigen todo a la vez.
Estos niños pueden resultar problemáticos en el futuro, ya que no podrán adaptarse al mundo real, donde no todos los deseos se cumplen.
¿Cómo puedes saber si tu hijo es malcriado?
A continuación se muestran algunos signos típicos de estar malcriado:
Incapacidad para escuchar "no". Un niño mimado no acepta rechazos ni prohibiciones. Cree que todo se le debe a él y que todos deben obedecer su voluntad. Si no le dan algo o no se lo permiten, comienza a ser caprichoso, a llorar, a gritar, a tirarse al suelo o incluso a golpearse la cabeza contra la pared. No respeta los deseos y necesidades de los demás, sino sólo los suyos propios.
Incapacidad para esperar. Un niño mimado no puede tolerar una gratificación retrasada. Quiere todo a la vez. No puede esperar su turno en la tienda o en el carrusel, no puede compartir un juguete o un caramelo con otro niño, no puede posponer su tarea o juego para más tarde. No valora lo que tiene, pero siempre quiere más y mejor.
Incapacidad para cooperar. Un niño mimado no sabe trabajar en equipo ni en pareja. Siempre quiere ser el primero, el mejor y el más inteligente. No escucha las opiniones ni los consejos de otras personas, solo los suyos propios. No puede negociar, ceder ni transigir. No admite sus errores ni sus fracasos, pero siempre culpa a los demás.
Incapacidad para afrontar las emociones. Un niño mimado no sabe controlar sus sentimientos e impulsos. Cae fácilmente en la ira, el resentimiento, la envidia o el miedo. No puede expresar sus emociones de manera constructiva o adecuada. No puede calmarse solo ni pedir ayuda a otros.
¿Cómo se puede aprender a decir “no” a los niños mimados y no perder su amor y confianza? En este artículo te ofrecemos pasos que te ayudarán en este difícil asunto.
7 pasos que te ayudarán a decirle no a un niño mimado
1. Identificar las razones por las que te miman
Antes de comenzar a cambiar el comportamiento de su hijo, debe comprender por qué se volvió así. Quizás usted mismo tenga la culpa de ceder ante él con demasiada frecuencia, de ceder a sus lágrimas o sus caprichos. O tal vez intentaste compensar tu ausencia o falta de atención con regalos y favores.
O tenías miedo de tener conflictos con tu hijo y preferías aguantar sus exigencias para no estropear la relación. En cualquier caso, debes darte cuenta de tu error y decidir corregirlo.
2. Establecer reglas y límites
Para que un niño no se sienta permisivo, necesita saber que existen ciertas reglas y límites que no se pueden violar.
Por ejemplo, puedes explicarle que no debe tirar juguetes por toda la habitación, que debe comerse todo lo que hay en el plato, que no debe ofender a otros niños ni animales, etc. Las reglas deben ser claras, comprensibles y consistentes. No los cambies dependiendo de tu estado de ánimo o circunstancias.
3. Di “no” con firmeza y calma.
Cuando le digas “no” a un niño mimado, hazlo con firmeza y calma, sin gritar ni amenazar. Debes demostrarle que hablas en serio y que no vas a cambiar tu decisión. No dé largas explicaciones ni discusiones con su hijo, ya que esto sólo aumentará su terquedad y su deseo de salirse con la suya.
Simplemente dile que no le permites hacer lo que quiere y por qué. Por ejemplo: "No, no puedes ver la televisión hasta el almuerzo porque tienes que hacer los deberes".
4. Sea consistente y firme
Uno de los aspectos más importantes en la crianza de niños mimados es la coherencia y la firmeza. Si dice que no, entonces no cambie de opinión, incluso si el niño comienza a llorar, gritar, suplicar o amenazar.
Recuerde que él simplemente está poniendo a prueba sus límites y tratando de encontrar un punto débil en su defensa. Si cedes aunque sea una vez, él se dará cuenta de que puede manipularte y repetirá su comportamiento una y otra vez. Por tanto, sé firme y no cedas a las provocaciones.
5. No le niegues todo a tu hijo
Decir “no” a un niño mimado no significa negarle todo. Debes encontrar un equilibrio entre prohibiciones y permisos para que el niño no se sienta privado o desfavorecido. Puedes darle a elegir entre dos o más opciones que consideres aceptables.
Por ejemplo: “Puedes jugar en la computadora durante media hora o leer un libro”. De esta manera, permites que tu hijo tome decisiones y aprenda a respetar sus intereses y preferencias.
6. Recompensar el comportamiento positivo
Cuando tu hijo haga lo que esperas, no olvides recompensarlo por ello. Puedes elogiarlo con palabras, abrazarlo, besarlo, darle pequeños obsequios.
De esta manera le demuestras que aprecias sus esfuerzos y esfuerzos, que lo amas y estás orgulloso de él. Fomentar un comportamiento positivo ayuda a desarrollar la autoestima, la autodisciplina y la responsabilidad del niño.
7. No compares a tu hijo con los demás
Uno de los errores más comunes que cometen los padres es comparar a su hijo con otros niños. Esto puede ser muy desmotivador y perturbador para el niño, ya que puede sentirse indigno o no amado.
No le digas frases como: "Mira qué bueno es Vasya, siempre escucha a su madre" o "¿Por qué no puedes ser como Masha? Ella es tan inteligente y obediente". Esas palabras sólo socavan la autoestima del niño y provocan agresión o apatía. En su lugar, concéntrese en las fortalezas de su hijo y resalte su individualidad.
Esperamos que estos consejos te ayuden a aprender a decir “no” a tus hijos y no sufrir por ello.
Recuerden que ustedes son los mejores padres para sus hijos y saben lo que es bueno para ellos. No tengas miedo de ser estricto o exigente si es por su propio bien. Di “no” con amor y confianza, ¡y tus hijos te lo agradecerán!