Muchos padres se quejan de que sus hijos perciben el cepillado de los dientes como un procedimiento formal.
Algunos niños usan el cepillo de dientes sólo unos segundos antes de escupir la pasta de dientes en el fregadero y devolver el cepillo al vaso.
¡Pero cepillarse los dientes debería durar al menos dos minutos!
Regañar a un niño por no querer cepillarse los dientes durante mucho tiempo no tiene sentido: lo más probable es que el niño realmente no comprenda por qué es necesario. Y si lo entiende, entonces es un vago.
Tampoco vale la pena controlar constantemente cómo un niño o una niña realiza sus procedimientos de higiene personal.
Debe acostumbrar a su bebé a la duración normal del cepillado de los dientes de una forma diferente.
Un reloj de arena de 2 minutos ayudará a los padres y a sus hijos.
El bebé tendrá algo en qué concentrarse cuando se cepille los dientes. Y no tendrás que “adivinar” cuánto tiempo ha pasado.
Créame, el niño no se negará a utilizar el reloj de arena. Al contrario, le interesará.
Un niño o una niña estará feliz de empezar a seguir una importante regla de higiene: la acción durará exactamente 2 minutos.
Anteriormente, nombramos 7 frases que los padres no deben decir cuando se comunican con su hijo.