Hay cosas que los niños no perdonan a sus padres ni siquiera cuando crecen, advierten los psicólogos.
Hablamos de dos errores en la crianza de los hijos que arruinan las relaciones con ellos para siempre.
En primer lugar, un niño nunca perdonará a sus padres su actitud fría.
Dígale a su hijo con frecuencia cuánto lo ama y lo orgulloso que está de él.
Muchos padres, temerosos de elogiar demasiado a sus hijos, no prestan la debida atención a sus éxitos, pero al mismo tiempo no escatiman en reproches.
En segundo lugar, el niño no perdonará el constante incumplimiento de las promesas.
Si sabe que no puede cumplir una promesa, por ejemplo, comprar un regalo caro, no lo prometa. Es mejor negarse que dar falsas esperanzas.
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