Muchos padres se dan cuenta con frustración de que sus hijos no quieren obedecer en absoluto.
Este problema es bastante común.
Sin embargo, es importante comprender por qué está experimentando esto.
No dudes de las capacidades intelectuales de tu hijo: pueden ser mucho mayores de lo que crees. Los niños notan que no siempre se cumple lo que se promete.
Por ejemplo, usted "amenaza" con castigar por tal o cual delito y luego perdona a su amado hijo. Los niños entienden que no siempre puedes cumplir tus promesas, por eso no temen desobedecerte.
Algunos padres optan por ser amigos de sus hijos para establecer una conexión emocional más fuerte. Pero no se sorprenda si en este caso el niño no tiene prisa por obedecerle: los amigos en una relación tienen los mismos derechos, recuerdan los expertos .
Los padres quieren darle a su hijo amor, cuidado y todo lo que él desea. Como resultado, los niños se vuelven egoístas, desobedientes y exigentes.
Por lo tanto, vale la pena repensar un poco su enfoque de la educación.
Anteriormente hablamos de qué errores cometen los padres que dificultan que un niño se comunique con otros niños .