Decir la palabra “bien hecho” es quizás la forma más popular de elogiar a un niño.
Sin embargo, esta opción de expresar aprobación aún debería abandonarse.
Después de todo, un cumplido tiene un serio inconveniente: los estereotipos. Además, tales elogios no mencionan los logros del niño en sí.
Y una cosa más: utilizar la palabra “bien hecho” muchas veces se convierte en un ritual en el que el niño no ve ningún significado.
¿Cómo puedes reemplazar un cumplido aburrido? Hay cuatro buenas opciones.
Esta frase es buena porque refleja el resultado de las actividades del niño.
El niño comprende de inmediato el logro que agrada a sus padres.
Sería bueno que, en lugar de decir la palabra “bien hecho”, los padres describieran las emociones que les provoca el éxito de sus hijos.
O no se puede elogiar al niño en absoluto y no mostrar admiración.
Basta simplemente señalar los resultados del trabajo: "Ahora la habitación está ordenada", "Ahora te has convertido en un mejor estudiante", "Ahora todos los platos están limpios".
El niño estará feliz porque entenderá por qué lo intentó.
La gratitud de los padres es bastante capaz de sustituir cualquier elogio.
Muéstrele a su hijo que sin su ayuda no habría podido realizar tal o cual tarea.
Anteriormente, enumeramos frases de prohibición que los padres no deberían escuchar.