Es malo que los padres no les prohíban nada a sus hijos.
La permisividad vuelve al niño malcriado y desobediente.
Sin embargo, hay que tener cuidado con las prohibiciones. Las restricciones impuestas por mamá y papá no deberían dañar al niño.
Los padres no deben utilizar las siguientes frases de prohibición en su discurso.
No prohíbas a tu hijo mostrar emociones, especialmente si las lágrimas son provocadas por una situación estresante.
El bebé debe poder llorar, de lo contrario se volverá insociable y temeroso.
Bajo ninguna circunstancia debes gritarle a tu hijo si te está distrayendo de algo importante. El bebé probablemente percibirá la dura frase como una señal de disgusto.
Es mejor explicarle con calma a su hijo que está ocupado y dejarle claro que podrá hablar un poco más tarde.
A primera vista, tal exigencia no tiene nada de malo.
Sin embargo, con el tiempo, el niño comprenderá: por realizar tal o cual trabajo, puede exigir una "recompensa" a sus padres.
No le des a tu hijo la oportunidad de manipularte. Después de todo, tal situación es peligrosa no sólo para los padres, sino también para el propio niño.
Anteriormente, enumeramos frases que salvan vidas para detener la histeria de los niños.