Los padres no deben ignorar los éxitos de sus hijos.
Si mamá y papá no prestan atención a los logros del bebé, éste perderá la motivación y se volverá complejo.
Pero tampoco hay que elogiar demasiado a los niños. Algunos padres dicen con demasiada frecuencia las siguientes palabras: "¡Bien hecho!", "¡Eres el mejor!", "¡Increíble!"
No hay nada bueno en esto. En el primer caso, la palabra pierde rápidamente su “magia”.
En el segundo y tercer caso, el niño puede desarrollar una alta autoestima. A tu hijo le resultará más difícil aceptar las críticas.
Para evitar problemas, debes elogiar a tu hijo diciéndole las siguientes frases.
No es necesario pronunciar la palabra “bien hecho”. Pero vale la pena mostrar y celebrar el resultado específico del trabajo del niño.
Explique con frecuencia qué es exactamente lo que le gustó de las acciones de su hijo.
Si aún no hay resultados notables del trabajo, pero ve que el niño lo está intentando, asegúrese de elogiarlo de esta manera.
¿Su hijo obtuvo una buena calificación o ganó un concurso?
En este caso, vale la pena demostrar "envidia blanca" y tratar de describir las emociones del bebé.
Muestre su sorpresa ante los resultados de las actividades de su hijo.
El bebé estará contento porque logró hacer algo que muchos otros niños no son capaces de hacer.
Y no se olvide del más simple agradecimiento por cualquier ayuda del niño.