No todos los niños demuestran deseo de limpieza y orden en su habitación.
A menudo, por la habitación hay juguetes, libros, cuadernos, cables de varios dispositivos y envoltorios de dulces.
Muchos padres no pueden conseguir que sus hijos limpien el desorden de la guardería.
Algunas madres y padres limpian ellos mismos la habitación del bebé. Como resultado, el niño se relaja, porque los padres hacen el trabajo en lugar de él.
No se debe permitir que suceda este escenario. Todavía es necesario enseñar al niño a estar limpio. Pero esto debe hacerse gradualmente y sin disputas, de lo contrario no se pueden evitar las riñas y los insultos.
Es comprensible que un niño no quiera limpiar su habitación: es demasiado larga, complicada y aburrida.
Por eso, es recomendable empezar por las acciones más sencillas, atrayendo al mismo tiempo el interés de un niño curioso.
Dígale a su hijo lo siguiente: “¡Averigüemos cuánto puedes hacer en un minuto! Y luego restableceremos el orden en la habitación”.
Un niño interesado puede lograr mucho en 60 segundos. Por ejemplo, poner todos los libros en su sitio o quitar todos los envoltorios de caramelos.
Luego, aumenta gradualmente el tiempo que tu bebé debe dedicar a limpiar la habitación de los niños.
Tarde o temprano llegará el momento en que el niño limpiará la habitación solo, sin la ayuda de mamá y papá.
Si un niño o una niña se niega, desafíelo. Diga: “¡¿Apuesto a que no puedes limpiar la habitación en cinco minutos?!”
Una declaración así de los padres seguramente provocará al niño. La recompensa en tal situación no será superflua.