Caprichos del niño: cómo evitarlos

05.11.2023 12:37

Los caprichos infantiles son cada vez más habituales en los niños desde edades muy tempranas. A veces los caprichos ocurren en niños tranquilos o los niños comienzan a ser caprichosos por cualquier motivo.

Cuanto mayor es el niño, más difícil les resulta a los padres lidiar con él: no le compraron chocolate, ni un automóvil, o simplemente no lo dejaron montar en el columpio.

Si no comprende las razones de los caprichos, el niño logrará constantemente el resultado deseado con la ayuda de gritos y llantos.

Los caprichos de un niño están directamente relacionados con su entorno psicofísico y emocional, así como con las características propias de su edad.

Los niños en edad preescolar son los más susceptibles a los caprichos. Hasta los dos años los niños tienen caprichos, pero esto sucede por exceso de trabajo y rutina inadecuada. Aquí es fácil resolver el problema: ajuste sus patrones de sueño y vigilia.

Niño
Foto: © Belnovosti

De los 2 a los 5 años, el estado caprichoso del niño se manifiesta con mayor frecuencia. El niño intenta expresar su descontento y su deseo de obligar a sus padres a cumplir con sus demandas.

Es importante no presionar al niño con la autoridad de los padres. Este comportamiento contribuirá al desarrollo de una actitud negativa por parte del niño.

La decisión más correcta sería entablar un diálogo con el niño: hablar con calma y resolverlo todo. A partir de los 5 años, los caprichos de los niños ya son una costumbre de lograrlo todo con histeria, llantos y gritos, que los padres no pudieron superar en la infancia.

Muchos padres, por inexperiencia y edad, no saben cómo afrontar adecuadamente los caprichos, comienzan a mostrar emociones negativas y a desquitarse con sus hijos. Esto está mal.

Es importante reaccionar con calma ante la situación y tener paciencia. Cuando comienzan los caprichos es necesario calmar al niño, abrazarlo y decirle cuánto lo amas. No puedes gritar porque el bebé empezará a llorar aún más.

Debe hablar con su hijo con la mayor frecuencia posible y explicarle cómo comportarse correctamente en una tienda, en compañía de personas. No se debe prestar atención a extraños que hacen comentarios o intentan averiguar el motivo de los caprichos del niño.

Vale la pena establecer límites claros para la palabra "no" y cumplir las prohibiciones prometidas incluso cuando sienta mucha lástima por el niño y quiera que deje de gritar lo antes posible.

Puede desviar la atención del niño hacia algo o intentar llegar a un acuerdo con él, por ejemplo, privarlo de ver dibujos animados.

Trate de evitar y prevenir los caprichos de los niños; esto le ayudará a preservar no solo sus nervios, sino también la salud psicofísica del niño.

Autor: Serguéi Tumanov editor de recursos de internet