Algunos padres de niños obedientes comienzan a enorgullecerse de sus propios métodos de crianza e incluso comienzan a menospreciar a otras madres y padres.
Sin embargo, no debes alegrarte antes de tiempo.
Sí, criar a un niño obediente es un placer, pero también hay aspectos negativos.
Un adulto siempre escuchará activamente las opiniones de otras personas y se adaptará a ellas. Las personas obedientes son fácilmente manipulables.
A menudo se utilizan para sus propios fines. Por lo tanto, no se debe presionar demasiado a los niños durante el período de crianza: los expertos recomiendan dejar espacio para el pensamiento crítico.
No todo el mundo sabe que los niños obedientes suelen sufrir por la falta de confianza en sus capacidades. A menudo dudan de sí mismos.
El hecho es que los adultos podrían simplemente "abrumarlos" durante su educación.
Por lo tanto, debes tener cuidado.
Es casi imposible para un niño así cambiar de su posición hacia el liderazgo: se acostumbra a las enseñanzas y recomendaciones de los adultos.
Cuando sus padres no están presentes, simplemente escucha a otras personas que, en su opinión, tienen autoridad.