A veces los conflictos ocurren incluso en las familias más fuertes y amigables.
Una esposa puede pelear con su marido y un padre puede pelear con su hijo.
Sin embargo, se pueden evitar consecuencias peligrosas si los representantes de la familia hacen las paces a tiempo.
Y las posibilidades de resolver el conflicto aumentan si no pronuncia frases innecesarias.
Desafortunadamente, durante las peleas con su hijo o hija, muchas madres y padres dicen palabras peligrosas en un ataque de ira. ¿Cuáles exactamente?
Cuando un niño tiene un conflicto con uno de sus padres, es posible que levante la voz.
Si el niño hizo exactamente esto, debe señalarlo. Pero no de forma grosera.
Comentarios de los padres "¡No grites!" y "¡No grites!" sólo empeorará la situación. Es mejor utilizar la frase más correcta y educada: "Por favor, habla un poco más bajo".
No acuses a tu hijo de mentir, incluso si estás muy enojado.
En primer lugar, la frase "¡No mientas!" no dará el efecto deseado. Es poco probable que el niño admita inmediatamente haber mentido.
En segundo lugar, la acusación puede resultar falsa. Y el bebé probablemente se tomará en serio lo sucedido.
A muchos padres les gusta decir esta frase porque creen que su hijo aún no tiene derecho a discutir temas importantes.
El peligro de estas palabras es que el niño ya no se sienta amado por sus padres.
Quizás el bebé llegue a la conclusión equivocada de que es el extraño de la familia, por lo que a nadie le interesa su opinión.