Algunos padres elogian a sus hijos incluso por las acciones y acciones más comunes.
Por ejemplo, por el hecho de que el niño limpió la habitación. No tiene sentido lograr algún logro increíble con este procedimiento estándar.
Además, el bebé debe limpiar la habitación sin que se lo recuerden. Y especialmente sin elogios ni estímulos.
¿Cómo y por qué se debe elogiar a un niño para no hacerle daño?
Si elogia a su hijo y le compra juguetes por cada logro menor (hizo su tarea, terminó su comida, limpió la habitación, lavó los platos), entonces el niño puede volverse orgulloso y arrogante.
Pensará que todos le deben algo. Por lo tanto, no debes recompensar a tu bebé por ninguna acción útil.
En primer lugar, no es necesario dar obsequios por las acciones cotidianas. Esto es peligroso porque el bebé actuará sólo para obtener recompensas. Debe enseñarle a su hijo que tiene responsabilidades.
En segundo lugar, vale la pena celebrar los resultados de determinadas acciones sin halagar al bebé. Por ejemplo, la frase “Ahora está limpio” definitivamente hará feliz al niño con los resultados de la limpieza.
En tercer lugar, no se pueden prometer regalos por adelantado. No le digas a tu hijo esta frase: "Te compraremos un teléfono inteligente si solo obtienes buenas calificaciones este trimestre". Cualquier recompensa debe ser una sorpresa para el niño.