A muchas madres no les gusta que sus hijos se nieguen a compartir juguetes con sus compañeros.
Las mujeres creen que en este caso el bebé demuestra codicia y otros malos rasgos de carácter.
Sin embargo, no vale la pena obligar a un niño a regalar su artículo de forma temporal o permanente.
Y hay al menos tres razones por las que se debe seguir esta regla.
Sucede que un niño o una niña se ve obligado a renunciar a un juguete, aunque el niño ni siquiera ha tenido tiempo de acostumbrarse a ello.
Probablemente el bebé quiera jugar solo. Y si un coche o una muñeca acaban en manos de un compañero, evidentemente al niño no le gustará.
No olvides que un juguete es propiedad del bebé. Y el niño debe decidir por sí mismo cómo disponer de sus cosas.
Si toma una decisión por su bebé, es posible que se vuelva indeciso y de voluntad débil.
Incluso en la primera infancia, un niño debe desarrollar la capacidad de negarse con tacto.
Esta "habilidad" será útil tanto en la infancia como en la edad adulta.
Pero si a un niño le resulta difícil negarse, entonces le resultará difícil en la vida.