Muchas familias dependen en gran medida de las abuelas para que las ayuden con sus nietos.
Sin embargo, no todos los familiares pueden ser ejemplares: en ocasiones su comportamiento puede disgustar a sus padres.
Algunas abuelas están felices de estudiar las tendencias modernas en materia de educación, escucharlas y también respetar las opiniones de sus padres.
Es difícil convencer a los demás: siempre se mantendrán firmes, ignorando las opiniones de mamá y papá. Este enfoque es extremadamente autoritario y difícil para otros miembros de la familia.
Muchas abuelas crecieron en una sociedad completamente diferente, por lo que perciben el castigo físico (o la amenaza del mismo) con bastante lealtad.
Si sabes que tu abuela puede permitirse demasiado, no debes dejar a tu hijo con ella, dicen los expertos .
La toxicidad puede manifestarse de diferentes maneras. Por ejemplo, un pariente anciano puede evitar por todos los medios el contacto con sus nietos, ya que tiene tareas más interesantes e importantes.
Los padres deben hacer lo correcto. No debe enviar a su hijo con una persona que claramente no quiere verlo. Esta puede ser una experiencia traumática para la psique de un niño.
Algunas abuelas hacen declaraciones negativas con demasiada frecuencia. Pueden quejarse de todo porque tienen “oídos frescos”.
No es aconsejable que un niño tenga que lidiar con esto.