Los padres en ocasiones no tienen los conocimientos necesarios para entender cómo reaccionan sus hijos ante las frases que dicen.
A veces simplemente repiten lo que ellos mismos escucharon en la infancia.
Sin embargo, es mejor aprender qué frases irritan a los niños.
El niño se sentirá extremadamente ofendido si lo comparan con otros niños, especialmente si la comparación no es a su favor.
Trate de no mencionar que el otro niño es más inteligente, más talentoso o mejor en algún sentido. Es mucho más efectivo ayudar a tus hijos a desarrollarse que bajarles la autoestima.
Es muy posible que un niño diga cosas que no son del todo razonables, pero esto no significa que deba hablar de ello de manera grosera y sin tacto.
Los niños no tienen suficiente experiencia y conocimiento para mantener siempre un diálogo razonable. Sin embargo, en cualquier caso, los adultos deben ser amables.
Sí, los niños, por su edad, no pueden presumir de ingresos personales, pero no es necesario recordárselo. Los expertos creen que una frase así puede provocar un sentimiento de impotencia.
Esta frase puede volver a provocar dudas. En lugar de criticar a un niño por no poder hacer algo, es necesario explicárselo de una manera que comprenda.
Este será un enfoque más correcto.