Si durante un paseo descubre que su bebé tiembla violentamente debido al frío, debe regresar lo antes posible a un apartamento cálido o visitar una cafetería acogedora.
Pero, ¿y si no hubiera un lugar cerca donde calentarse?
Esta opción es adecuada si el niño no tiene mucho frío. Se le pedirá que se desabroche la chaqueta o el abrigo, saque al bebé del cochecito y lo abrace cerca de usted.
Es recomendable volver a abotonarse la ropa o al menos envolverla.
Este método debe utilizarse en situaciones en las que el niño tiene mucho frío. En este caso, vale la pena quitarle la ropa exterior al niño, dejarle solo el tocado y las botas, y presionarlo rápidamente contra su cuerpo debajo de la ropa.
Gracias al calor de tu cuerpo debajo de una chaqueta o jersey, tu bebé se calentará lo más rápido posible. Importante: cuando utilice este método, asegúrese de controlar la respiración de su hijo.