Para comprender qué tiene de malo usar un gel que debería ayudar a su bebé a sobrellevar las sensaciones dolorosas durante la dentición, vale la pena recordar cómo se usa habitualmente.
Como regla general, el producto se aplica a la encía, entra en contacto con ella durante algún tiempo y luego el niño lo traga.
La mayoría de las veces, las madres y los padres cariñosos vuelven a aplicar el gel, lo cual es fundamentalmente incorrecto.
¿Por qué no deberías hacer esto? La respuesta a esta pregunta está en la composición de dichos fármacos. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, en el envase se pueden encontrar componentes como iceocaína/benzocaína o salicilato de colina.
En el primer caso, tragar el gel en grandes cantidades está plagado de convulsiones, daños al sistema nervioso central y problemas cardíacos. El salicilato puede causar el síndrome de Reye.
"¿Qué tengo que hacer?" – puedes preguntar. En primer lugar, nunca debe exceder la dosis permitida y no usar el gel con más frecuencia de lo indicado en las instrucciones.
En segundo lugar, prueba a utilizar productos a base de extractos de plantas medicinales (prepárate para posibles reacciones alérgicas).
Y en tercer lugar, ayude al bebé con masajes o mordedores fríos que, a diferencia de los medicamentos, son absolutamente seguros.