Criar a una persona buena y decente no es tarea fácil.
Los padres deben enseñar mucho a sus hijos para que puedan encontrar un lenguaje común con los demás y no afrontar problemas graves en la vida.
Una madre puede hacer mucho para hacer feliz a su hija.
Hay cinco reglas que una niña debe aprender con la ayuda de sus padres.
Seguir las reglas de comunicación es una condición importante para llevarse bien con las personas.
Toda madre debería explicarle a su hija: debe ser lo más educado posible, no debe interrumpir a su interlocutor. Si se puede evitar una pelea, es aconsejable hacerlo.
La niña también necesita entender que no debe mentirles a sus padres.
Toda niña debería aprender a ser puntual. Por cierto, esto también se aplica a los niños.
Llegar tarde significa engañarte no solo a ti mismo, sino también a otras personas.
Es aconsejable que la madre demuestre puntualidad para que su hija siga el ejemplo de sus padres.
Toda madre debería explicarle a su princesita: la belleza no garantiza una vida feliz.
Una mujer no puede confiar sólo en su apariencia. También debe tener rasgos de carácter positivos: amabilidad, capacidad de respuesta, generosidad.
Es recomendable que la madre le enseñe a su hija lo siguiente: tanto en la infancia como en la edad adulta es necesario ayudar a sus padres, hermanos, abuelos y demás familiares.
No se deben ignorar las solicitudes de los seres queridos. De lo contrario, es posible que algún día te quedes sin apoyo.
Por supuesto, debes pensar en los demás. Pero no debes olvidarte de ti mismo.
Al tomar cualquier decisión en la vida, una niña o una mujer no debe guiarse únicamente por las opiniones de otras personas.
En primer lugar, debes escucharte a ti mismo, a tu propia intuición.