Al establecer reglas y prohibiciones para el niño, los padres hacen que su vida sea comprensible, predecible y segura.
Pero si le prohíbe todo a su hijo, no saldrá nada bueno.
Te contamos cómo fijar correctamente los límites de lo permitido para un niño.
Si constantemente le gritas "no" a un niño sin explicarle los motivos, es posible que crezca obediente, pero es poco probable que sea independiente.
La palabra “imposible” debería utilizarse para designar únicamente las prohibiciones más estrictas. Por ejemplo, en materia de seguridad (no meter los dedos en el enchufe).
En otros casos, intente utilizar convenios restrictivos.
Por ejemplo, cuando su hijo le pida que juegue inmediatamente con él, no responda “no”, sino dígale que terminará su trabajo en 15 minutos y luego jugará. Sólo asegúrese de cumplir su promesa.