Muchos padres se enfrentan a la renuencia de sus hijos a participar en las tareas del hogar.
Casi cualquier niño sólo será feliz si los propios adultos limpian el desorden.
Sin embargo, antes de iniciar el proceso educativo, conviene comprender los motivos de este comportamiento.
Los niños no siempre pueden interpretar correctamente el comportamiento de los adultos. No entiende que se haga una limpieza profunda los fines de semana, pero nota que durante la semana las reglas de limpieza no son tan estrictas.
Si vas a lavar los platos por la mañana, por ejemplo, los niños pueden entender esta señal y no tener que lavarlos inmediatamente. Por eso, según los expertos , se debe explicar al niño la importancia de la limpieza y el orden.
Si un niño hasta cierta edad estaba exento de cualquier tarea doméstica, entonces no estará contento con las nuevas responsabilidades: es difícil para los niños entender por qué de repente dejaste de “servirles”.
Por tanto, la introducción de responsabilidades debe ser paulatina, teniendo en cuenta la edad.
Esta deficiencia puede ser común a muchos, pero hay que combatirla. La pereza es a menudo un efecto secundario del estilo de vida pasivo que llevan muchos niños modernos.
Por lo tanto, trate de hacer que la vida de su hijo sea más agitada y activa.