Las mujeres de hoy lo pasan muy mal ya que la sociedad espera de ellas que sean madres ejemplares, madres perfectas y excelentes amas de casa.
No todo el mundo puede hacer frente a semejante conjunto de responsabilidades.
Sería deshonesto que un hombre cargara a una mujer con una gran cantidad de responsabilidades y se mantuviera al margen. Si ambos padres trabajan, es importante poder compartir responsabilidades.
No es necesario obligar a su marido a hacer todo, ya que depende del grado de carga de trabajo en el trabajo. Pero es necesario hacer una lista de responsabilidades para todos los miembros de la familia.
Si una mujer experimenta fatiga física y emocional con regularidad, esto puede provocar una crisis nerviosa e incluso depresión.
Los expertos recomiendan que las madres dediquen al menos una hora al día a cuidar su salud mental.
En muchas familias se acostumbra valorar exclusivamente el trabajo del hombre, pero también se acostumbra tratar con condescendencia las aspiraciones profesionales de la madre.
Pero sucede a menudo que una mujer gana tanto como un hombre, o incluso más.
Si los miembros de tu familia respetan tu trabajo, ya no te sentirás culpable por no prestar más atención a tus hijos y a tu matrimonio.