Es importante que los padres recuerden que el desarrollo del niño dependerá en gran medida del ambiente familiar.
Por este motivo, es importante esforzarse en crear comodidad y armonía.
En algunas familias es costumbre discutir entre ellos delante de los niños, arreglar las cosas y no utilizar las palabras más agradables. Esto no encaja bien con el concepto de respeto.
Los adultos deben dar un ejemplo positivo, por eso es importante respetarse unos a otros.
En semejante atmósfera, los niños se sienten seguros.
Los gritos y los escándalos nunca han ayudado a nadie a alcanzar el éxito. Por el contrario, una situación familiar tensa conduce a un estado de conflictos prolongados, lo que aumenta el nivel de ansiedad tanto en niños como en adultos.
Los expertos recomiendan abandonar los gritos como método de persuasión y educación, porque existen métodos más civilizados.
Es imposible hablar de armonía y comprensión mutua si cada miembro de la familia se ocupa constantemente de sus propios asuntos.
Encontrar actividades comunes para todos mejora el ambiente familiar. Por tanto, vale la pena empezar a pensar en las tradiciones familiares.