“Soy una mala mamá”... Esta frase la pueden escuchar muchas mujeres.
Pero vale la pena enfatizarlo de inmediato: algunos representantes del buen sexo se evalúan a sí mismos con demasiada dureza.
De hecho, pueden ser muy buenas madres. Simplemente se toman demasiado en serio los problemas que inevitablemente surgen al criar a un niño.
Sin embargo, también hay mujeres que dan una valoración bastante negativa de sí mismas como madres.
¿Cómo sabes qué tan buena o mala mamá eres?
Es muy sencillo: analiza las señales que se enumeran a continuación. Si no tienen nada que ver contigo, entonces puedes alegrarte: estás criando a tu hijo correctamente.
Pero si al menos una de estas características es relevante, entonces vale la pena cambiar su comportamiento al comunicarse con su bebé.
Está claro que a veces es necesario criticar a un niño. Después de todo, debe haber una reacción ante su comportamiento incorrecto.
Pero es importante no exagerar. No debe regañar constantemente a su hijo ni ejercer una presión psicológica grave sobre él por el más mínimo error.
Si ignoras esta regla, tu bebé se volverá complejo e inseguro de sí mismo. Además, desarrollará hostilidad hacia su propia madre.
Por lo tanto, manténgalo con moderación. Y bajo ningún concepto debes criticar a tu hijo por algo que no es culpa suya (por ejemplo, por su apariencia).
Además, trate de criticar no tanto al niño como a sus acciones. Por ejemplo, en lugar de "Eres estúpido", debes decir lo siguiente: "Actuaste de forma estúpida".
Una madre comete un grave error cuando compara a su hijo con otros bebés.
Sepa: este enfoque no obligará al niño a actuar y "ponerse al día" con sus compañeros. Por el contrario, el niño tendrá la sensación de que “algo anda mal” en él.
Recuerde que todo niño es bueno en algunas cosas y malo en otras. Y no es necesario crear "calificaciones".
Una buena madre no pronunciará las siguientes frases: “Me mantuviste despierto por las noches”, “Me esforcé tanto en ti”, “Tengo que gastar mucho dinero en ti”.
Después de todo, después de tales comentarios de la madre, el bebé comienza a sentirse culpable. ¡Y esto es muy malo!
Una buena madre nunca "desestimará" a su hijo.
Definitivamente escuchará al bebé si él se dirige a ella con una petición o queja.
Curiosamente, este comportamiento también es señal de una mala madre.
Recuerde: la sobreprotección perjudica a los niños, ya que los vuelve dependientes e indecisos.