Si te cepillas los dientes con regularidad, no estarás familiarizado con el problema del mal aliento de tu perro. Además, este procedimiento es una excelente prevención del sarro y la enfermedad de las encías.
Muchos amantes de los perros dudan de la necesidad de esta acción, señalando que en la naturaleza los animales no se cepillan los dientes.
Sin embargo, las mascotas requieren cuidados ligeramente diferentes porque no comen alimentos sólidos, que limpian naturalmente sus dientes.
Debido a los alimentos blandos, los perros domésticos tienden a acumular placa. Con el tiempo se convierte en sarro.
Este último, a su vez, provoca mal aliento, provoca enfermedades de las encías e incluso la pérdida de dientes.
Envuelva una venda alrededor de su dedo y humedézcala con agua, o mejor aún, aplique una pasta de dientes especial para perros (la pasta de dientes para humanos no es adecuada).
Limpiar lentamente con movimientos circulares. Trate cada diente desde todos los lados.
Esto debe hacerse una vez cada 3-4 semanas.