Lo que está permitido para un gato no está permitido para un perro. Es una injusticia flagrante, porque los gatos pueden dormir en la cama de su amo día y noche y nadie les dirige la palabra.
Los perros abandonan este hábito desde una edad temprana. No descubriremos por qué, sino que le diremos cómo hacerlo.
De hecho, los perros quieren sentirse seguros al igual que los gatos.
Por ello, las mascotas, especialmente los cachorros, pedirán dormir con su dueño.
Pero para no meterse en problemas en el futuro, es mejor establecer inmediatamente los límites de la decencia.
El instinto y el deseo de sentirse seguro obligan al perro a acostarse con una persona.
Por eso, lo primero que debes hacer es equipar a tu mascota con una cama cómoda y enseñarle la orden "lugar".
Está claro que por la noche el perro no querrá volver a donde puede y debe dormir, por lo que tendrás que quitárselo recordándole de nuevo la orden.
Si el perro se calma, asegúrese de elogiarlo y animarlo.
¿Qué hacer si el perro vuelve al dormitorio? Debes ser persistente y paciente.
No puedes regañar ni castigar a tu mascota. Cada vez tendrás que levantarte y llevarlo a su lugar, repitiendo la orden.
Será más fácil destetar a tu mascota si colocas la cama para perros de manera que el dueño esté a la vista del perro de cuatro patas.