La naturaleza ha proporcionado a los animales protección contra las heladas: lana, una capa de grasa subcutánea, etc.
A pesar de ello, para algunas mascotas esto no es suficiente, y por el bien de su bienestar conviene darles ropa extra en invierno.
Los representantes de razas pequeñas como chihuahuas, yorkshire terriers, etc. no toleran bien las bajas temperaturas. Debido a su mayor superficie en relación con su masa, sus cuerpos se enfrían rápidamente, por lo que es necesario abrigarlos si los sacas a caminar en diciembre.
Los animales de pelo corto, como el dóberman pinscher, el bóxer, etc., no tienen suficiente subpelo para protegerse de las heladas. Para protegerlos de las heladas, cómpreles monos o suéteres.
Se necesita protección adicional para perros y gatos que tienen sistemas inmunológicos debilitados o padecen enfermedades crónicas de las articulaciones o respiratorias.
Los animales jóvenes son más vulnerables al frío porque su termorregulación aún no está completamente desarrollada, por lo que conviene vestirlos con ropa abrigada cuando caminan.
La ropa mientras camina por la ciudad protegerá a sus animales de los reactivos, la nieve húmeda y el viento fuerte, y no tendrá que preocuparse de que su mascota sufra hipotermia o una quemadura química.