Con la llegada del duro invierno, muchos, si no todos, los dueños de perros están pensando en comprar zapatos especiales para las patas de sus mascotas.
¿Es esto realmente necesario?
La mayoría de los perros están adaptados a caminar sobre la nieve. Sus patas están "equipadas" con protección natural: almohadillas gruesas y pelo entre los dedos.
Esto significa que incluso cuando hace frío afuera, pueden salir a caminar sin zapatos.
La excepción son los perros de ciudad.
Sus patas pueden resultar dañadas por la sal o los productos químicos que a menudo se esparcen en las carreteras. Como resultado, aparece irritación en las almohadillas, la piel se agrieta y, en ocasiones, aparecen alergias.
Por tanto, para los perros que viven en la ciudad, los zapatos no son un lujo, sino una protección contra molestias y lesiones.
A primera vista, puede parecer que en verano las patas de los perros no necesitan tal protección, pero no es así.
El sol calienta fuertemente el asfalto y la arena, lo que hace que el perro corra el riesgo de quemarse las patas.
Esto es especialmente cierto para los animales que viven en ciudades con climas cálidos. En tales condiciones, un buen calzado puede ayudar a mantener las patas sanas incluso en condiciones de calor extremo.