Un gato sobre la mesa no es un mal augurio, pero sí descaradamente insalubre, incluso si la mascota no sale a pasear.
A nadie le gusta sentarse en una mesa donde acaba de tumbarse un gato, o que al cepillarlo y lavarlo deja mechones de pelo.
Destetar a un gato de la antigua costumbre de tumbarse donde quiera no es tan fácil. Muchos dueños de gatos todavía tienen sospechas de que sus mascotas abusan voluntariamente de su ausencia.
Destetar a su mascota de un mal hábito requerirá tiempo y paciencia.
1. Primero, comprenda las razones.
Si la mesa está cerca de la ventana y el animal no puede sentarse en el alféizar de la ventana para mirar afuera o tomar el sol, entonces simplemente no tiene otras opciones.
2. Debes combatir el hábito después del hecho, es decir, si tomas al gato por sorpresa.
Si descubres las consecuencias de acostarte una hora o más después, ni siquiera intentes avergonzar a tu mascota.
3. Además de las conversaciones instructivas con tu perro de cuatro patas, crea todas las condiciones para que subirse a la mesa le dé miedo y no le interese.
En tales casos, puedes cubrir la superficie con papel de aluminio, cinta adhesiva o utilizar aceites esenciales de cítricos, que a los animales no les gustan mucho.
4. Al mismo tiempo, cree todas las condiciones para que la mascota comience a trepar a otro lugar: al alféizar de la ventana.
Compra juguetes, una casa para mascotas o una canasta.
5. Asegúrese de mantener la disciplina.
Los gatos entienden perfectamente lo que pueden y no pueden hacer si el dueño insiste en ello.
Son especialmente sensibles a las órdenes prohibitivas emocionales.