¿Tu perro tiene miedo de algo? ¿O empezó a preocuparse mucho por algo?
¿O tal vez la mascota entró en un estado de nerviosismo como resultado de un juego o entrenamiento demasiado activo?
Ni siquiera intentes regañar a tu amigo de cuatro patas y gritarle: "¡Cálmate!".
Será mejor que utilice uno de los trucos siguientes. Son mucho más efectivos.
El proceso de masticación calma a los perros (y, por cierto, a las personas).
¿Por qué? La respuesta es simple: cuando la mandíbula y los músculos masticadores "funcionan", el cerebro comienza a "creer" que la situación se ha vuelto segura o tranquila.
Para engañar al cerebro de un perro, simplemente dele un juguete para masticar o algo sabroso.
Si decide darle comida a su perro en lugar de un juguete, es mejor elegir golosinas.
Simplemente tíralo al suelo cerca del perro.
Una técnica tan espectacular resultará muy eficaz: tu amigo de cuatro patas prestará atención instantáneamente a la comida y se distraerá de la fuente de peligro o irritación.
¿No tienes comida ni juguetes contigo? Luego siéntate junto a tu amigo de cuatro patas y comienza a respirar lentamente. También tiene sentido empezar a bostezar.
Lo más probable es que el animal "copie" su comportamiento tranquilo.