En invierno, todos los seres vivos necesitan fuentes adicionales de energía. Incluyendo mascotas.
Por lo tanto, tiene sentido que los criadores de perros reconsideren su actitud hacia la dieta de cuatro patas.
Averigüemos en qué se diferencia la dieta invernal de un perro y a qué puntos hay que prestar atención.
Para que su perro se sienta cómodo mientras pasea en invierno, no bastará con comprarle un mono.
La mascota permanecerá alegre y saludable solo si el dueño cambia su enfoque de la nutrición.
Como mínimo, la comida debe estar a temperatura ambiente, o mejor aún, calentarla.
Esto es especialmente cierto para los perros que pasan la mayor parte del tiempo al aire libre; sin esto, les resultará difícil mantener el intercambio de calor.
Dado el mayor consumo de energía para mantener la temperatura corporal, los perros necesitan más alimentos ricos en calorías, en promedio entre un 10 y un 15%.
Preste atención a la presencia de proteínas y grasas animales en los alimentos.
Si en la estación cálida a los perros se les recetan no más de dos comidas al día, en invierno al menos 2-3 veces al día.
Los cachorros de hasta 6 meses se alimentan de 4 a 5 veces al día.
Teniendo en cuenta la edad del perro y las características de la raza, así como en ausencia de la experiencia adecuada, conviene consultar a un veterinario.