Mudarse a una nueva casa es sin duda un acontecimiento que puede causar estrés no sólo a las personas, sino también a las mascotas.
Por lo tanto, es responsabilidad de cada propietario conocer formas que puedan ayudar al animal a adaptarse rápidamente a los cambios.
Designa una pequeña habitación o rincón en tu nuevo hogar y coloca allí una bandeja sanitaria, comederos o bebederos, los juguetes de tu mascota y una cama. Deja que esta zona se convierta en una “base” para el gato, desde donde pueda explorar poco a poco su territorio.
No te apresures a lavar todas las cosas de tu gato cuando te encuentres en un lugar nuevo. Mantener olores familiares le ayudará a sentirse segura.
Algunos propietarios incluso limpian los rincones de la habitación con un paño que se utilizaba para acariciar al gato en la antigua casa.
Mantenga el horario normal de alimentación y juego de su gato. De esta manera se acostumbrará rápidamente y sentirá estabilidad en las nuevas condiciones.
Tómate tu tiempo: dale tiempo a tu gato para explorar el espacio. No la fuerces, déjala explorar el territorio a su propio ritmo. Algunos gatos pueden tardar varios días en decidir abandonar su "rincón de seguridad" mencionado anteriormente.