Si realmente quieres conquistar al gato de tus amigos o conocidos, intenta hacer todo lo contrario y fingir indiferencia.
Según el autor del libro "El mundo interior de los gatos", Thomas McNamee, la estrategia funciona bastante bien; después de todo, en la mayoría de los casos, los gatos se acercan a la única persona en la habitación que no intenta acariciarlos.
Por el contrario, comportamientos como cecear e intentar sentar al animal en su regazo tienen el efecto contrario.
Tu objetivo es asegurarte de que el gato te vea como un aliado y no como una amenaza. Los siguientes consejos le ayudarán con esto.
Del mismo modo, no debes correr hacia él tan rápido como puedas apenas estés en casa. Espera hasta que la mascota de otra persona decida acercarse a ti, y antes de eso, mira al suelo.
Baja los hombros, coloca las manos sobre las rodillas o incluso siéntate en el suelo, y para que el gato entienda que no eres un enemigo, pídele a su dueño que se siente a tu lado.
Callar. Hable con calma y mantenga alejados a los niños y perros ruidosos.
Cuando el ronroneo se acostumbre a ti, extiende tu dedo índice hacia ella, bajando la mano y llevándola ligeramente hacia adelante. Tal gesto hará que parezca la nariz de un gato, y la mascota seguramente la tocará con el hocico para conocerla.
Espera hasta que el gato empiece a sentirse seguro en tu compañía. Después de un tiempo, probablemente se acercará a ti o se frotará contra tus piernas.
En esos momentos, no debes tocarle los costados ni la parte superior de la cabeza. Acaricia al animal en las mejillas o detrás de las orejas.
Y recuerda: si un gato se frota contra tus piernas, esto no significa que esté listo para acariciarlo. Si te apresuras, puedes perder su confianza.