La castración, al igual que la esterilización, son operaciones bastante comunes entre las mascotas.
Es cierto que a algunos dueños de gatos les preocupa que después de estos procedimientos sus mascotas puedan aumentar de peso.
¿Pero es esto realmente así?
El motivo de la aparición de kilos de más en los gatos es exactamente el mismo que en las personas: una gran cantidad de comida y falta de actividad física.
Ni la castración ni la esterilización son causas de obesidad.
Lo más probable es que la aparición de este mito se deba a que los procedimientos se realizan con animales ya adultos.
Estas mascotas ya no necesitan tantas calorías como se supone que deben consumir los gatitos y, manteniendo la misma dieta, pueden ganar peso.
Para evitar esto, debes evitar sobrealimentar a tu gato: los fabricantes suelen incluir recomendaciones sobre el tamaño de las porciones en el envase del alimento, pero para estar seguro, también puedes consultar a un veterinario.
Pero no debes rechazar la intervención: la esterilización o castración contribuye a una vida larga y saludable de tu mascota.
Estas cirugías previenen el desarrollo de cáncer testicular y enfermedades de próstata en los machos, y en las hembras evitan infecciones uterinas y tumores mamarios, que se vuelven cancerosos en el 90% de los gatos.