Para mantener a su mascota llena de fuerza y salud, se le debe dar papilla, que es una fuente de fibra, carbohidratos, microelementos y vitaminas.
Según los expertos, las gachas de avena deberían representar entre el 25 y el 40% de la dieta de un animal, dependiendo de su raza.
La papilla de trigo sarraceno contiene una gran cantidad de magnesio, hierro, calcio, potasio, además de proteínas y vitaminas B y E.
Una composición tan rica permite que el trigo sarraceno tenga un efecto beneficioso sobre los sistemas nervioso y circulatorio del animal. Además, las gachas cocinadas con este cereal fortalecen los huesos y evitan que el perro tenga sobrepeso.
La papilla de arroz contiene vitamina B y varios microelementos, como zinc, hierro, potasio, magnesio y calcio.
La papilla de arroz favorece el funcionamiento normal del corazón, tiene un efecto beneficioso sobre los sistemas nervioso y genitourinario y fortalece los vasos sanguíneos y los huesos. Sin embargo, comer arroz puede provocar estreñimiento en algunos perros.
Estas dos papillas (arroz y trigo sarraceno) deberían ser las principales en la dieta de un perro.