Nadie querría ser víctima de una agresión canina, ya que sus mordeduras causan graves daños.
Además, tras una experiencia tan desagradable, pueden aparecer un trauma emocional.
Sin embargo, vale la pena entender que un perro no decidirá atacar a todas las personas.
Lo interesante es que recientemente expertos extranjeros se interesaron por este tema y decidieron realizar su propia investigación.
Como resultado, los expertos llegaron a conclusiones inesperadas.
Resulta que en la mayoría de los casos el perro elige atacar a un oponente que claramente le tiene miedo. Ocultarle el miedo a un perro es difícil.
El hecho es que esta emoción cambia el olor de una persona: el perro simplemente siente tu miedo.
El perro también lee con confianza otros signos: ligero temblor, entonación, movimientos inseguros. Si esa persona comienza a huir del perro, entonces el instinto de cazador del animal se activará y te perseguirá. Por lo tanto, por supuesto, debes mostrarle a tu perro signos de confianza.