Algunas personas no dedican mucho tiempo a elegir un nombre para un gato, deteniéndose en las opciones típicas.
Otros intentan encontrar un apodo que refleje la individualidad de la mascota y que también se convierta en evidencia de la originalidad del propio dueño.
En ambos casos nos puede esperar una sorpresa desagradable: el gato simplemente no responderá al nombre.
A veces, las “opciones comprobadas” de nombres para animales son buenas porque las mascotas definitivamente podrán aprenderlos. Pero los apodos raros, complejos o largos con un conjunto de sonidos inusuales para un animal pueden resultar demasiado difíciles de recordar.
No todos los gatos entienden rápidamente su nombre: necesitan tiempo para ello. También vale la pena evaluar sus esfuerzos: es muy posible que simplemente haya cometido un error en este asunto.
A veces el comportamiento de los gatos provoca disgusto entre los dueños, pero hay que aguantar la naturaleza de los animales. A veces un gato sabe perfectamente su nombre, pero simplemente no responde.
En este caso, el animal cree que no merece atención.