La mayoría de las veces, los perros comen comida con avidez y rapidez debido a su pasado: por ejemplo, cuando el perro vivió anteriormente en la calle durante mucho tiempo, donde adquirió la costumbre de llenar su barriga para uso futuro.
Esta situación también es familiar para los dueños de dos o más animales: cada uno de ellos puede exhibir un comportamiento alimentario competitivo para tener tiempo de comer no solo su propia comida, sino también tomar parte de ella de su "camarada".
El consumo codicioso de alimentos no es seguro para un perro: está plagado de eructos, náuseas, vómitos, hinchazón, etc.
Comencemos con una situación en la que el dueño tiene que lidiar con varias mascotas a la vez. Los perros deben ser alimentados por separado, en habitaciones diferentes, para evitar competencia.
Los tazones especiales para comer lentamente también vendrán al rescate: están hechos de plástico, no se vuelcan y tienen una especie de tabiques en el interior que evitan que el perro agarre la comida en grandes porciones.
Si no quiere gastar dinero en tazones interactivos, puede dividir y distribuir la porción habitual en varios tazones.
Si estos métodos no funcionan, coloque el recipiente sobre una mesa baja o una silla. En este caso, el perro se verá obligado a apoyar sus patas delanteras sobre la superficie elevada, por lo que su esófago adoptará una posición casi vertical, lo que al menos reducirá la cantidad de aire que traga.