Para muchas personas que sueñan con tener un perro, la agresión del perro de cuatro patas puede ser un motivo grave para abandonar esta idea. Pero, por regla general, la agresión en un perro se puede reprimir de forma competente y respetuosa con el medio ambiente para el animal. La cuidadora de perros Diana Belyaeva le dará consejos útiles.
Primero debemos entender qué es la agresión. Si un perro defiende la comida, entonces este es un comportamiento normal y típico de su especie: protección de recursos (no se puede tratar).
Si un perro, por ejemplo, corre hacia familiares y transeúntes, entonces es necesario buscar la causa y trabajar (eliminarla) con ella. Según investigaciones, el 70% del comportamiento agresivo en perros se debe a algún tipo de dolor.
Si el perro empieza a comportarse de forma agresiva, lo primero que hay que hacer es comprobar su estado de salud.
Un animal puede correr cuando algo le duele. Se desencadena la reacción de "golpe".
Si la mascota está sana, se lleva a cabo la gestión del hábitat de la mascota.
Se eliminan de su vida los factores desencadenantes que pueden provocar tal comportamiento, si es necesario, se reemplazan municiones y rutas para caminar, se agregan juegos de relajación, etc.
La agresión es un acto regulador del comportamiento. El perro lo utiliza para eliminar irritantes de su entorno. Lo principal es encontrar el motivo de este comportamiento y luego pasar a una solución a largo plazo.