Por lo general, nuestros amigos de cuatro patas que ladran salen a pasear con mucho gusto.
Pero a veces sucede que el perro se niega a aparecer en la calle o con todo su comportamiento demuestra que estar al aire libre no le conviene.
La mascota podrá resistirse, quedarse quieta o quieta, o, si ya está fuera, tirar de la correa e intentar caminar hacia la casa.
¿El perro siempre ha estado activo y ahora de repente se niega a salir a pasear? Tenga cuidado: ¡esta es una señal muy peligrosa! Quizás el animal necesite ayuda.
Quizás el perro no quiera salir a la calle por una razón muy sencilla: la mascota no se siente bien.
Es posible que el perro se haya enfermado. Si tienes esa sospecha, lleva a tu amigo de cuatro patas a una clínica veterinaria.
Es posible que su perro sienta dolor al caminar debido a una pata lesionada recientemente u otra lesión.
En este caso, nuevamente, debe mostrarle su mascota al veterinario.
A menudo, la negativa de un perro a salir a la calle se explica por la reciente exposición de la mascota a una situación estresante.
Es posible que algo haya asustado al perro, por lo que quiere mantenerse a salvo.
Quizás el animal se niegue a caminar debido al calor extremo, la lluvia o las heladas.
O puede ser que por alguna razón el perro dejó de respetar a la persona y decidió empezar a ser obstinado.