En la vida de cualquier perro, el paseo ocupa uno de los lugares más importantes: ningún animal puede resistir la tentadora oferta de salir a la calle.
Sin embargo, el verano tiene sus propios factores de riesgo que hay que tener en cuenta.
Incluso si ya ha creado un cronograma, vale la pena hacerle ajustes. El caso es que los perros reaccionan de forma diferente al calor. Según los expertos, si el perro está expuesto a un calor abrasador durante un largo período de tiempo, esto puede tener consecuencias irreversibles.
Por eso, vale la pena salir a caminar en los momentos en que el sol no está tan activo.
No camine demasiado tiempo cuando hace calor. Es mejor salir más a menudo, pero reduzca la duración de su estancia. En este caso, el nivel de actividad del animal no disminuirá.
Es importante recordar que el verano es una época del año peligrosa debido a las garrapatas. Estos insectos pueden causar enormes daños a la salud de una mascota.
Por eso, es extremadamente importante proteger a su perro de las picaduras de insectos.