Muchos dueños de gatos (incluso experimentados) piensan que sus mascotas desarrollan esteras únicamente debido al hecho de que rara vez se cepilla al gato.
De hecho, el cabello puede aglutinarse por otras razones.
Si la dieta de un gato no está formulada correctamente, lo más probable es que el animal sufra una deficiencia de vitaminas.
Las posibles consecuencias incluyen la caspa, que hace que las bolas de pelo se peguen aún más.
No bañes a tu gato con demasiada frecuencia. Si su mascota no se ha revolcado en el barro, los procedimientos con agua deben realizarse una vez cada seis meses a un año. Si no sigues estas recomendaciones, lo más probable es que el pelaje del animal pierda su atractivo.
Además, para bañar a tu mascota debes utilizar únicamente productos diseñados específicamente para animales. Si utilizas champú para humanos, el pelaje del animal puede dañarse.
Si su mascota está categóricamente en contra de los tratamientos con agua, se recomienda utilizar champú seco para evitar el estrés del gato.
Si la suciedad, por ejemplo sangre, aceite, petróleo, etc., entra en contacto con el “abrigo de piel” de un gato y la mascota no puede deshacerse de ella lamiendo, lo más probable es que dicha contaminación se convierta en una estera.
Las posibles causas de las esteras en los gatos incluyen enfermedades de la piel, trastornos metabólicos e infestaciones de parásitos (como los piojos).