Si crees que las pulgas sólo pueden aparecer en animales que viven al aire libre, déjame disuadirte.
Incluso el gato que pasa todo el tiempo tumbado en el sofá y recibe los cuidados más esmerados no está inmune a la aparición de parásitos.
Un gato puede contraer pulgas después de caminar por el parque, sobre césped, caminos, asfalto, etc.
Otra opción es encontrarse con un animal infectado.
Usted mismo puede traer insectos a la casa a través de su ropa de abrigo o sus zapatos.
Finalmente, la infección puede ocurrir a través de huevos que quedan en alfombras y muebles tapizados.
Las pulgas suponen una grave amenaza para la salud de los animales, por lo que es necesario deshacerse de ellas lo antes posible.
Además de las picaduras, acompañadas de una picazón insoportable, estos insectos pueden causar los siguientes problemas: pueden transmitir infecciones por hongos, afectar negativamente la psique de las mascotas, contribuir a la aparición de gusanos, etc.
Además, las pulgas pueden picar a las personas y provocar inflamación de la piel.
Para los gatitos, estos insectos chupadores de sangre son especialmente peligrosos, ya que los frágiles cuerpos de los bebés pueden no ser capaces de hacer frente a los ataques de pulgas, lo que a menudo provoca pérdida de peso y riesgo de desarrollar anemia e infecciones graves.