Cada vez más personas se vuelven vegetarianas y rechazan los alimentos de origen animal.
Algunos intentan imponer sus propias creencias a sus mascotas, pero definitivamente no vale la pena hacerlo, y he aquí por qué.
Ningún gato estará contento con una dieta basada en plantas, y todo porque ni un solo representante de la “raza” felina es capaz de producir de forma independiente algunas proteínas, incluida la taurina.
Su fuente para los animales son los alimentos, principalmente carne de res, pollo y pescado.
Si su gato tiene deficiencia de taurina, aumenta el riesgo de desarrollar una afección potencialmente mortal llamada miocardiopatía dilatada (MCD).
En los gatos con DCM, el músculo cardíaco se debilita, lo que afecta negativamente al suministro de oxígeno del cuerpo.
Pero ésta no es la única razón contra el vegetarianismo. Los veterinarios señalan que los gatos no digieren bien los carbohidratos, por lo que pueden tener dificultades para absorber los nutrientes de los alimentos vegetales.